miércoles, 30 de octubre de 2013

Flor, como de gomita

Las aspas del helicóptero quebraban el viento enredando mi cabello, cuando aterrizábamos forzosamente en picada sobre el lado derecho del arroyo, sobre la piel seca del cañón. Sin embargo, ni polvo ni estruendo nos acompañaron, sólo el insipiente paro cardíaco mientras nos sentíamos descender.
A salvo pisamos uno a uno tierra firme, andando aligerados hasta el andén, donde la frescura de las amplias paredes nos reconfortaron e hicieron olvidar; hasta la mochila por la que luego tuve que volver.
Realmente era enorme, más parecido a una bodega de piso frío. Tan sólo contaba con baños y la puerta a un cuarto que cálidamente reconocí. Ahí estaba ella, siempre sonriendo, y detrás tú, arrasando contigo toda otra realidad. Me llevaste a tiempos atrás, pero eras el mismo, aun con la evasiva y la media sonrisa.
Todo tomaba su lugar; era como el puente sobre un desierto, la continuación, la unión de espacio y tiempo. Estaba sonriendo con todo el cuerpo. Así fue mientras nos acompañamos, con la música a nuestra espalda, con tu voz a mi derecha, con la flor que me obsequiaste apretada entre los dedos, sin jamás soltarla. Hasta que desperté.

domingo, 18 de agosto de 2013

Piel gallina, tacones rojos.

Centro, esquina, calle, abarrotada de letreros. Es de noche y el fresco revisa los basureros. Aparece un gato negro, salta sobre el ratón. Se escucha el escándalo de un pleito. Un gato, un ratón y un perro salen huyendo. El espejo que traía en las manos está roto. La luna se esconde. Se oye la ambulancia a lo lejos, muy lejos. La neblina nos cubre y amanece gritando.

jueves, 15 de agosto de 2013

El otro mundo

No olvidemos que aún hay tierra, aún hay cielo, mar y viento; que las tempestades y los buenos climas nos arropan aun encerrados entre el concreto. No olvidemos que respiramos verde, que nuestra piel aún es camino de sombras. No nos dejemos atrapar por las falsas paredes. Salgamos del laberinto a caminar, porque todavía existe la amplitud y en nosotros está el avanzar. Seguimos corriendo a toda prisa sin llegar a ningún lado, nuestro paso es valuado como el pedazo de carbón al fuego de la gran máquina en la que nos hemos encubierto. Ciudades jaula, con espejos para recrearnos, donde piensan y sienten por nosotros, donde la aventura es suministrada por horarios, comprada y subastada. No olvidemos que vivir es salir de casa y exponernos. Que no se coman nuestra vida las constructoras y las televisoras, que no nos pongan a dieta, que no nos inventen recetas para vivir, porque entonces estaremos comprando todo lo que ya tenemos o es que ¿ya lo olvidamos? ¿ya lo perdimos? ¿ya no somos parte de este mundo?

sábado, 25 de abril de 2009

La minificción

Ahora que estoy por terminar la licenciatura aparece ante mi la obligada necesidad de realizar una investigación. La elección era libre, dentro de un círculo previamente delimitado. Pero ahí allé un tema de mi agrado, algo que me motivaba a extender dentro de mis expectaciones: La minificción. Ahora bien ¿Qué sabía yo de este género? sólo lo básico (y el haber participado en el libro Minificción Tijuanense y concursado y obtenido el primer lugar en el segundo concurso de minificción hecho en la universidad [la modestia no es mi fuerte]) En fin, decidí hacer mi estudio sobre el género en la ciudad, sabiendo bastante poco fuera del curso que había tomado dos semestres antes. Así que decidí focalizar mi trabajo en el impacto causado por la minificción en Tijuana, de igual manera marcar bien las características que definen al género, determinar su evolución desde que se introdujo a la ciudad (en lo cual estoy batallando un poco, pero ya voy entendiendo más según avanzo con mis lecturas e investigaciones inquisitivas) y ejemplificar su adaptabilidad dentro de la didáctica como herramienta de comprensión a la lectura (punto que queda en el aire por el momento). Básicamente mis objetivos son: Definir el género, hacer un panorama de su evolución a través de autores minificcionistas, proyectos editoriales y eventos para promoverla y,por último, hablar sobre su adaptabilidad en la era posmodernista en la que vivimos, sobre todo en esta ciudad en específico. Lo mínimo en su más grande expresión (¿o es al revés?). No suena tan mal, creo yo. Por el momento seguiré investigando porque el límite de tiempo me parece asfixiante, no porque sea muy corto, simplemente no me gusta trabajar en algo de interés propio bajo la presión de álguien más... ¿Qué se le va a hacer? Aunque quisiera presentar mi trabajo final como tesis para titulación, eso lo dejaré en expectativa lejana, primero veré si logro obtener una calificación satisfactoria... o si no pierdo el interés.

El proyecto esta puesto, si tengo colaboraciones de algún lector que se haya interesado en leer este abandonado blog, será de gran ayuda y le estaré muy agradecida :P

Minificcionistas tijuanenses salten a mis hojas en blanco para mostrarlos ante el mundo y sean reconocidos por sus pequeñeces.

lunes, 5 de enero de 2009

Bailando con el enemigo

Las cosas quedaron inciertas. Solo nos despedimos como usualmente hacemos sin percatarnos de que las condiciones de nuestras vidas desde ese momento serían confusas y por demás excitante. Claro está que no nos dimos cuenta inmediatamente. Cada quién tuvo tiempo para hayarle cierto sentido al nuevo estilo de vida que sin planearlo había surgido entre los dos. No estábamos de acuerdo, pero no había nada que pudieramos hacer sin romper con nuestra naturaleza. No acordamos nada, simplemente, la siguiente vez que nos vimos y de ahí en adelante, lo disfrutamos sin interrogarnos ni perjudicarnos. Todo ya estaba dicho. Todo, menos el adiós.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Cuando la sonrisa falla...

Anoche cayó un rayo cargado de recuerdos. Mi habitación resplandeció cegadoramente. Había que abrir bien la boca para que no se escapara el poco oxígeno que no huyó con la descarga lazerante. Anoche se cayó el mundo que sostenía con Kola Loka y me dejó en un vacío blanco que me revelaba aterradoramente cada una de las verdades que mantenía en secreto. Era tener mi craneo abierto ante mis ojos anonadados. Punzaba en las sienes, quemaba en lo más profundo de la boca, pero ahí se encontraba sin que yo pudiera evadirla; ya no queriendo evadirla. Respirar con dificultad, llenando mi garganta con las palabras inpronunciables y al fin grité. La sonrisa desapareció, yo desmayada, quebrada, quemada... Flotaba lejos de mi... Cuando sucedió, eternizó el instante. Como succionado por la misma respiración, desapareció el espesor blanco, se calmó la rabia y el suspenso. La sonrisa rota en el espejo, las manos tratando de pegarla, los ojos firmes ante la reconstrucción de las paredes encineradas que me protegían.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Cuestión de Suerte

Cuando el leñador llegó a la cabaña, el lobo ya había hecho digestión.

Esta se supone que es una minificción de mi autoría. Fue publicado el año pasado en el primer libro de minificción tijuanense (Minificción Tijuanense =P) hecho por un grupo de literatura de la Escuela de Humanidades de la UABC. A mi me gusta este género y aunque pequeño se me hace complejo e interesante, pero esa es mi opinión...
Espero que este año salga la segunda versión de Minificción Tijuanense (también por grupos de literatura) vale la pena la posmodernidad de la literatura, aunque se encuentre en tan sólo unos renglones.